jueves, 13 de septiembre de 2018




La Roca Encantada desde la Vía Verde del Aceite. Martos.
Jamás deja de guardar y vigilar la Peña de Martos y su fortaleza. Nunca deja
de mirar, de observar sus campos cubiertos de olivos. Pienso en ella como una rocosa
escalera desde el llano hasta el mismo cielo. Y en las alturas descansa la diadema,
la corona invencible y soberana de la fortaleza alta de Martos. Es la Reina del horizonte,
pues es dueña y contempla la tierra que está viva a sus pies, ante su poder de reunión,
conjunción emocionante entre el cielo y la tierra tuccitana.



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