lunes, 24 de septiembre de 2018

Atardecer de Otoño en Martos. La luz del Sol deja paso a la luz que ilumina las sendas,
la fortaleza y el Templo de Nuestra Señora de la Villa. Pronto el cielo pierde su destello
y destaca más y más el resplandor que alumbra como antorchas de fuego la Ciudad
de Martos. El Sol en Otoño se adormece y busca antes el horizonte en su barca celeste.
En la antigüedad se pensaba que el dios de la luz entraba en regiones oscuras,
llenas de enemigos y seres infernales que no cesaban en su deseo de herirlo y hundirlo
en la muerte. Pero el dios siempre salia victorioso para resurgir en cada amanecer.
El atardecer que anuncia la noche y el mundo de las sombras, también siembra
la esperanza del nuevo día, del nuevo Sol, que lleva unida la renovación, pues todo
aparece de nuevo, igual en apariencia aunque distinto en esencia. Todo se crea de nuevo
cada aurora, cuando la victoria, el triunfo nos muestra su corazón.

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