Jesús del Silencio. Martos. Viernes del Santísimo Sacramento
en la Iglesia Parroquial de San Francisco de Asís. En su Corazón herido,
admirable y piadoso Silencio de Jesús que lo une a Dios Padre.

Adiós a Enero, de días alumbrados con luz de cristal.
Roca y Peña de Tucci acariciada por el cielo. Trono de Mitos y Leyendas.
Protectora durante los inviernos del Gran Viriato en su lucha contra Roma
y su enorme poder invasor. Es la Peña de Martos como un profundo sueño
invernal que al despertar recordamos con intensa emoción.

Calle Camarín en Martos. Antaño una senda muy transitada, pues conectaba
la Calle la Villa con el Camarín que guardaba la venerada imagen
de Nuestra Señora de la Villa. Este Camarín fue levantado unido a la Capilla
Mayor Renacentista del Templo Parroquial en el Siglo XVIII, entre los años
1726 y 1732. En la estructura se diferenciaban dos espacios, el propio Camarín
barroco, decorado con yeserías y debajo una habitación grande que se denominaba
"la habitación de la plata". En ella se guardaba el ajuar de la Iglesia Parroquial
de Nuestra Señora Santa María. Objetos en su mayoria realizados en plata y dedicados
al culto del Templo.

Nuestra Señora de la Soledad en Martos. Monasterio de la Santísima Trinidad.
La Soledad puede ser una espada que atraviesa el corazón de parte a parte.
Y la Soledad de María, después de la muerte de Jesús en la Cruz es inmensa
tan profunda como un cielo oscuro, sin estrellas. Pero el Corazón de Nuestra
Madre no deja de esperar en Dios. El Altísimo es su columna y su fuerte pilar
para abrir los ojos del Alma y del cuerpo y aguardar con intensa Fe la mano
poderosa de Dios en la gloriosa Resurrección de su Amado Hijo Jesús.
María es Mujer de Luz inquebrantable, incesante, perpetua y maravillosa.
Y a pesar de su Soledad espera siempre en la Misericordia de Dios Padre.

Iglesia Parroquial de San Amador y Santa Ana en la Ciudad de Martos.
La fábrica del Templo Parroquial es del Siglo XVII, destacando su gran presbiterio.
En la primera mitad del Siglo XVIII, el interior del Templo fue transformado
en su decoración, con grandes espacios de yeserías barrocas con tendencia rococó.
La Iglesia Parroquial conserva su fábrica pero la decoración interior se perdió
en el incendio de 1936 y en la posterior recuperación del Templo.

Nuestra Madre María Santísima de la Trinidad. Monasterio de la Santísima Trinidad
en la Ciudad de Martos. En la penumbra aparece el resplandor de María,
alumbrada con la Luz de Dios. Una Madre que llora lágrimas de dolor por su querido
Hijo, Jesús Cautivo. Una Madre que nos mira con dulzura y a pesar de su profunda
tristeza nos entrega el inmenso Consuelo de la Esperanza en Dios.

Almendro en Invierno. Martos. Vía Verde del Aceite.
Verde y Blanco bajo el cielo en la plenitud de la estación invernal. Verde y Blanco
en conjunción perfecta tan cerca de la Peña y Roca Encantada. Siempre en Martos.

Nuestra Madre María Auxiliadora. Iglesia Parroquial de San Juan de Dios
en la Ciudad de Martos. Nuestra Señora la Virgen María es nuestro Auxilio
en el sendero a veces complicado de la vida. Es Madre que lleva y siente
en su seno la profunda emoción del Amor de Dios y lo entrega a todas las personas
que acuden a pedir su intercesión ante Jesús. Jesús del Amor.

Nuestra Madre María de Nazareth en Martos. Iglesia Parroquial de San Juan de Dios.
María lleva a Jesús de Pasión en su Corazón con el Amor de una Madre que vence
hasta la misma muerte. Es la Mirada, la verdadera Mirada de una Madre que jamás
se olvida.

Jesús de Pasión en Martos. Iglesia Parroquial de San Juan de Dios.
Bellísima imagen de Cristo Salvador que abraza con serenidad
la Cruz. Jesús acepta la voluntad del Padre y hace fluir la Misericordia
de Dios por la Santa Madera que lo llevará a la muerte y una muerte de Cruz.
La Pasión de Jesús es la Pasión del Ser Humano que muchas veces no cesa
de rogar a Dios, puede que sin saberlo, por la Salvación. Jesús es la Esperanza
de la humanidad, del mundo entero que aguarda y reposa en la Verdadera Cruz.

Se acabó la decoración de la bóveda del Altar Mayor de la Capilla de Jesús Nazareno
y Ánimas en el Año de Gracia 1669, obra de Antonio García Reinoso. Siendo Soberano
de estos Reinos, su Majestad Don Carlos II. Una hermosa bóveda que muestra la Gloria
del Reino de los Cielos con la Santísima Trinidad rodeada de ángeles músicos representados
con excelente cuidado, elegancia y realismo. Los cuatro Evangelistas parecen sostener
todo el conjunto barroco que resplandece con luz propia como una estrella.
Real Iglesia Parroquial de Santa Marta, en la Ciudad de Martos.
La Roca Encantada recuerda con emoción a Gustavo Pérez Pulido, que restauró
de forma admirable, los lienzos de Santa Marta y San José que adornan esta hermosa
Capilla a ambos lados de la ventana que da a la Plaza de la Constitución.

Miradas al Templo de Santa María de la Villa en Martos.
En el antiguo Alcázar Tuccitano se levanta este precioso Templo dedicado
a Nuestra Señora, Santa María. Heredero del Templo renacentista de la segunda
mitad del Siglo XVI, obra de Francisco del Castillo "el Mozo". Es la Casa
de una hermosa Doncella de cabellos dorados como el resplandor del Sol, es el Hogar
de la Santísima Virgen de la Villa. "la Labradora" y Remediadora con su poderosa
intercesión. Esta Doncella alumbrada por Dios, ruega por todos nosotros y jamás
deja de su mano a la Ciudad de Martos. Es Consuelo y Refugio para tantas personas
que acuden a este Templo a pedir y rogar su ayuda. Permanece despierta noche
y día contemplando el corazón de cada marteña y marteño. Es la generosa Señora
de las Aguas Santas que descienden del cielo con bondad para dar vida a nuestra
tierra.
La Roca Encantada, siempre por la Coronación Canónica Pontificia de la venerada
imagen de Nuestra Señora de la Villa.

Bendito y Alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Iglesia Parroquial de San Francisco de Asís en la Ciudad de Martos.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

De la dureza surge la belleza en Martos. La hermosa labor del hierro hace brotar
la sensibilidad como el agua de una fuente llena de misterio y magia.
Detalle de la magnífica puerta de la Casa Municipal de Cultura en la Ciudad de Martos.
Año 1926. Solo una serena mirada basta para percibir la emoción y la misma cultura
que nos abraza con amor. Siempre en Martos.

Limonero en el umbral. Martos. Llegó de oriente como un suspiro lleno de aromas
y encontró una tierra fértil en el occidente mediterráneo. Verde y decorado en amarillo
es el hermoso limonero en el invierno tuccitano.

Capilla del Santo Entierro de Jesús, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores.
Templo de Santa María de la Villa en la Ciudad de Martos. Un Templo consagrado
a Nuestra Madre y Señora la Virgen María en el Venerable Alcázar Tuccitano.

Senda preñada de historia en sus antiguas entrañas. Calle San Sebastián o Pilarejo
en Martos. El caminante en ascenso o descenso entre la calle Campiña y la Carrera,
puede percibir la vibración de la noble tierra que guarda en su seno, tesoros durmientes.
Podemos sentir la voz de antiguos espacios sagrados y sepulcros venerables que en
siglos pasados se mostraban a las personas que entraban o salian de la antigua Tucci.
Palabras sepultadas que todavía esperan, aguardan el despertar y ver de nuevo la luz
del Sol radiante. Es el inmenso Poder de la Ciudad de la Roca Encantada que reposa
debajo de nuestras vidas, de nuestros pasos muchas veces acelerados que nos alejan
de los ruegos que brotan de la tierra sin descanso. Es Martos, una ciudad de tesoros
durmientes que esperan el beso de amor que los regresen y devuelvan a la vida.

De Córdoba, "Colonia Patricia Corduba" a Martos, "Colonia Augusta Gemella".
Este es el camino de nustra amiga Aurelia. Solo conocemos de su vida
que era patriciense, es decir, cordobesa y que un día llegó a nuestra ciudad.
Conocemos la situación de la Mujer en el Imperio Romano, siempre bajo
la autoridad de un varón. Primero el Padre y después el hermano, marido
o algún faniliar siempre masculino cercano. Una situación complicada para
vivir una vida independiente, con ideas propias en un mundo creado por los hombres
para los hombres. En el Imperio Romano, a excepción de tiempos de guerra, que
fueron muchos y abundantes hasta la llamada "Paz Augusta" o Paz de Augusto,
la mortalidad en plena juventud llegaba antes a la Mujer que por diversas razones,
conocía la muerte antes que el varón. Nustra amiga Aurelia falleció con 25 años
en la Colonia Augusta Gemella, donde recibió sepultura.
Lápida Funeraria de Aurelia Leucothoe. Zócalo de Epigrafía Latina en la fachada
lateral de la antigua Cárcel y Cabildo de Martos.
Por último, destacar que la Colonia Patricia Corduba era la Capital de la Provincia
Bética en Hispania, una gran ciudad llena de esplendor, cabeza de una de las
provincias más romanizadas del Imperio.

Martos bajo la nieve. 20 de Enero de 2020. Un Sueño. Una Ciudad Encantada
a los pies de su Roca y Peña.