Magnífica Lámpara de Bronce. Templo de Santa María de la Villa. Martos.
Dos lámparas gemelas alumbran la nave del Templo. Dos obras de arte
que adornan con su espléndida belleza la Casa de Nuestra Señora.
Tienen luz propia y en la mañana el Sol se recrea en sus formas y detalles
en un espacio, un lugar tan querido, un hogar para estas lámparas de antaño.

Avanza la Luz en este último Domingo de Noviembre en Martos.
La Ciudad despierta poco a poco después de una larga noche.
En la imagen aparece la silueta del Monasterio de la Santísima Trinidad
más abajo la antigua Casa de Artes y Oficios con sus numerosos balcones
abiertos en sus muros. Sobre todo el conjunto surge la bellísima Torre Campanario
de la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta.
Mañana fresca, silenciosa y apacible de un día precioso en Martos. Un regalo
para sentir, disfrutar, apreciar y reflexionar. Agradecer el despertar es un sentimiento
maravilloso.
 

Mañana Azul en Martos. Despertar a un nuevo día de este mes de Noviembre
que se adormece despacio, suavemente en un lecho de luz.
Otoño muy especial de cielos como el cristal que inicia un sendero en descenso
hasta la profundidad helada. Un descenso abrazado al Sol que penetra en las cavernas
más oscuras durante la noche para librar la batalla con las tinieblas.
Y a pesar de todo, jamás deja de resplandecer, pues surge cada amanecer
para darnos esperanza y prometernos la victoria final.

Hermosa Aldaba de una preciosa Casa en el Albollón. Martos.
Como siempre digo, es una Calle rebosante de sorpresas agradables.
La mirada no descansa en ella y la belleza se presenta en detalles que salen
a nuestro encuentro.
Ascender o descender de forma pausada, con el deseo de conocer, aprender
y descubrir la espléndida serenidad renovada día tras día y siempre a nuestro lado.
LLamar a la puerta, tocar una aldaba es un regalo que todavía permanece en Martos.

Guión y Símbolo de una Hermandad muy querida. Entrañable en la tarde del Domingo
de Ramos en Martos. Jesús de Humildad y Paciencia siempre acompañado de María
Madre de los Desamparados y el discípulo amado. Monasterio de la Santísima Trinidad.
Después del ocaso, la Ciudad de Martos se estremece al contemplar la serena Humildad
de Jesús que no cesa de crear emoción en lo más profundo y desde una mirada de Amor
incansable, dorada en la noche y reflejada en la Roca Encantada.
Martos y su patrimonio. La voluntad y el deseo, la constancia, el esfuerzo y el cariño
son los pilares de su renovación. Y sobre todo las Personas.
 

Santa Catalina de Alejandría. Patrona y Protectora de la Ciudad de Jaén.
Iglesia Catedral de Jaén. Esta hermosa representación de la venerada mártir
del principios del siglo IV, aparece sobre una de las puertas laterales de la magnífica
fachada principal del Templo Catedralicio.
La espléndida Fortaleza que se eleva sobre la Ciudad está dedicada a Santa Catalina
por ser auxilio y defensa del Castillo y de todo el amplio y extenso recinto amurallado
de Jaén. Ciudad y Corona del Santo Reino. Incorporada al Reino Castilla en 1246
por el Rey Fernando III el Santo.

Inscripción latina dedicada a Hércules. Antigua Cárcel y Cabildo de Martos.
Aparece muy deteriorada por desgracia. Además por estar colocada en la parte
más baja del zócalo cuesta trabajo contemplarla y puede pasar desapercibida
en el conjunto de esta maravillosa muestra de epigrafía latina.
En todo caso es una pieza preciosa y llena de encanto, sobre todo confirma
y es prueba clara de la veneración a Hércules en la Colonia Augusta Gemella.
Martos es Ciudad Encantada junto a su Peña y toda su Tierra. 

Nubes que cubren la luz y el calor del Sol en esta mañana de Noviembre.
La Peña de Martos se levanta en el aire sobre la Ciudad que permanece
en la confianza serena de sus fuertes cimientos.
Toques tristes de campanas se escuchan en el viento suave desde la Torre
del Templo de Santa Marta. Sonidos que vuelan, que desean ser escuchados,
respetados y queridos. Percibir, sentir, escuchar para amar con intensidad.
Y en la imagen aparece un elemento ajeno, poderoso en su elevación
que desde el mirador parece desear ser parte e iniciar una relación afectuosa
con el paisaje a partir de la sensación de sorpresa que desprende.

Solemnidad de Cristo Rey. Jesús, Príncipe de la Paz.
Una imagen, una hermosa tradición que viene de lejos
y descansa en muchos hogares con cariño y devoción.
Jesús, una persona tan pobre, humilde, entregada al servicio
de los demás. Una persona que llevaba una bolsa vacía, sin oro
ni plata. Una bolsa sin monedas, vacía de poder material.
Es Jesús Rey de la comprensión, de la aceptación de todas y de todos.
Es Jesús Rey de miradas, abrazos de amor pleno, único y a la vez diverso.
El mundo, el universo del amor es el trono de Jesús. 

En estos días de Noviembre, dedicados al recuerdo de los Difuntos.
A las personas que se fueron a otro lugar, a otro mundo, a otro espacio.
En estos días tan especiales, tristes y a la vez envueltos en la esperanza
de lo esperado y hasta de lo inesperado.
¿Es la muerte un sendero abierto?
¿Es la muerte una luz que se enciende?
¿Es la muerte un regreso al hogar ?
¿Es la muerte la capacidad de Ser nuestra realidad absoluta?
Y por supuesto, también para muchas personas, la muerte es la senda
a la Nada, al Vacío.
La relación del Ser Humano con la muerte se esconde en el origen del tiempo,
compleja y difícil pues va acompañada muchas veces por el dolor.
En estos días de Noviembre, recuerdo a Jesús, Rey de otro Mundo,
con temor al dolor como todas y todos. Un temor que surge en jesús
de forma renovada, pues acepta el miedo de forma plena hasta vencerlo.
En la imagen aparece el Guión, símbolo de la Venerable Cofradía
del Santo Entierro de Jesús. Templo de Santa María de la Villa. Martos.

Un Detalle de Antaño. Antigua Casa de Artes y Oficios. Martos.
Cerca de la preciosa puerta de acceso al  hermoso patio central de la Casa
aparece esta pieza de bronce con una argolla en el centro.
Mirar el detalle y descubrir las cosas pequeñas que a veces pueden pasar
desapercibidas a nuestros ojos. Al tirar de la argolla se mueve el pestillo
de la puerta y se abre. Una curiosa idea para una maravillosa puerta de hierro
de finales del Siglo XIX. Un mecanismo sencillo y a la vez seguro para abrir
la puerta desde el interior. La verdad es que esta Mansión es una caja de sorpresas
y un privilegio para la Ciudad de Martos. Siempre tan necesitada de emoción y de amor.

Claraboya, tragaluz. Calle Campanario Bajo. Martos.
"La Necesidad es Virtud".
Luz deseada, esperada en el hogar desde la virtud y la belleza.
Pensando en el Sol, en el antiguo y en el nuevo Sol. En sus rayos
siempre queridos al amanecer y hasta venerados con pasión.
Pensando en el Sol, en la Capilla Mayor de la Real Iglesia Parroquial
de Santa Marta, un óvalo abierto en las alturas de su muro frontal
esperaba la luz en el espacio más sagrado del Templo.
Recuperar la luz, ir a su encuentro, volver a sentir la caricia del resplandor.
Martos es una Ciudad que espera, siempre ha esperado y jamás dejará de esperar.

 

Arco Conopial o Flamígero. Gótico Final.
Magníficas puertas de la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta. Martos.
Puertas venerables compañeras de viaje, en plena armonía, de la hermosa
Portada Gótica del Templo. Conjunto admirable que todavìa se muestra
en el corazón de Martos, junto a la Roca Encantada que le ofrece fortaleza
y vigor para permanecer a nuestro lado.
Primero es conocer y después surge el amor como el agua de una fuente.
Amor que necesita nuestro patrimonio para sobrevivir. Para vivir dentro
y fuera de todas las personas, pues por herencia forma parte inseparable
de todas y todos.
Arco sencillo, en madera entrañable que es Historia Viva de Martos.

Preciosa Casa en la Avenida de San Amador. Martos.
Dos hermosos miradores guardan el balcón central de la Casa.
A pesar de las persianas bajadas, todo llama con pasión a la luz
que se estremece en descenso desde el cielo, en este mes de Noviembre.
Encantadora es esta Casa, tranquila y sosegada en un sendero bullicioso
y parece esperar ser contemplada despacio, pues no hay otra forma de sentir,
escuchar y percibir el mensaje durmiente en los muros abiertos al deseo
incesante, desde la sorpresa que regala el despertar.
Martos y el deseo que la emoción esconde.



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Iglesia Catedral de Jaén. Detalles del presbiterio.
Magnífico Templo que siempre nos regala detalles en su gran diversidad.
Caminar por sus inmensas naves es encontrarnos con la belleza que se acerca
a todas y a todos con la sensibilidad que vuela en el aire. Belleza elevada
hasta sus hermosas bóvedas, cielo bajo el cielo.
Creo que en el detalle, en la multitud de detalles reposa la belleza, descansa
su poder de rescatarnos de la tristeza y del dolor. Es la liberación que nos ofrece
la belleza, pues en ella no hay distinción, a todas las personas desea llegar para tocar
su corazón. Y solo una mirada basta para ser semilla fértil, simiente de muchas miradas
que desde los ojos descienden al interior para crear pasión y emoción.
La Iglesia Catedral de Jaén es admirable por ser fuente de belleza.

Que la Luz abrace a las víctimas del terror. Que la inmensa Luz que jamás deja de alumbrar
sea esperanza para todas las personas que sufren las garras sangrantes del terror.
Desde Martos un Recuerdo Emocionado y un Corazón lleno de tristeza que se abraza a la Luz.

Martos y la luz de este cálido Noviembre.
El Otoño en su apogeo se esconde temeroso en días llenos de luz.
Solo el Sol en su ocaso temprano nos habla y lo busca en la tarde.
Martos y su tierra se entrega con la esperanza en un tiempo renovado
y en el agua tan necesaria.

Un Mirador sencillo y tan hermoso en el Albollón. Martos.
La relación, el contacto cercano y a la vez íntimo entre el hogar
y la senda llena de vida es fundamental. Ojos grandes o pequeños
abiertos en la solidez de los muros, para ver, dejarse ver o permanecer
en la intimidad. Oídos para escuchar, ser escuchado o quedar en el silencio.
La relación entre la luz, la sombra y la oscuridad. Entre la fortaleza
y la belleza.
Siempre es necesario, en la alegría o la tristeza, mirar y ver desde dentro
o desde fuera.

En Noche de Luna Nueva, los Ángeles descienden del Cielo.
Si miramos despacio la bóveda celeste surge el resplandor
de una multitud de estrellas y mundos. Astros navegantes
en el universo profundo y siempre en prodigioso equilibrio.
Y la Tierra gira tranquila, se mueve, ofrece su brillo azul a los Ángeles.
Detalle de la Inmaculada Concepción. Real Iglesia Parroquial de Santa Marta.
Martos. Ciudad ardiente en la noche. 

Un Abuelo muy querido, muy amado y recordado. "Marco Aelio Galo".
Inscripción latina del Alto Imperio. Siglo I. Colonia Augusta Gemella.
Antigua Cárcel y Cabildo de Martos.
En una época de esplendor para el Mundo Romano, esta inscripción
tan hermosa estaba adornada con bronce dorado en sus letras.
El cariño, el amor de un nieto a su abuelo llega desde lejos en el tiempo
y se muestra orgulloso en este precioso mármol. Martos siempre asombra
nos sorprende desde sus raíces.

Plaza de la Constitución. Martos.
Noble espacio herido hasta lo más profundo de su esencia y naturaleza.
Gracias al destino, al cielo o a Dios, todavía conservamos las preciosa decoración
realizada en el difícil y complejo reinado de Isabel II. Reina de España y de su territorios
de ultramar. Reina de las Españas. Recuerdo con mucho cariño una conversación con
Don Manuel Caballero Venzalá, en el hermoso Templo del Sagrario de la Iglesia Catedral
de Jaén, como siempre me impresionó la sabiduría que mostraba en cada palabra, en cada
gesto. Admirable Persona.
En aquella tranquila conversación me confirmaba Don Manuel, la concesión de la dignidad
y título de Ciudad a Martos por la Reina Isabel II.
Desde La Roca Encantada mi más entrañable Recuerdo y Homenaje por su amor a Martos
a Don Manuel Caballero Venzalá.

Baluarte Marteño. Blanco, verde y azul.
Asentado sobre fuertes cimientos, a los pies de la Fortaleza.
Antaño las campanas de Santa María resonaban en descenso por tus sendas
hasta la Fuente Nueva en profunda e intensa armonía.
Baluarte Marteño. Donde descansa el manto de Nuestra Señora de cabellos dorados
pues recoges al Sol en su ocaso de oro.

Desde el antiguo camino de Jamilena, pasada la Ermita de Santa Lucía.
La Peña de Martos es un león dormido, encantado por el poder de una magia
azul como el cielo. En su interior el corazón palpita despacio, sosegado en un sueño
profundo, intenso y hasta sagrado, pues un corazón tan espléndido es también venerable.
Martos se abraza al sueño de su Roca Encantada y no cesa de aguardar el despertar.

"Y más arriba está la peña la sierpe, donde se ha visto Santa Marta defensora, la cual allí
miraculosamente mató un ferocísimo serpiente, el cual devoraba los habitantes de la cibdad de Marte,
y ésta fue la principal causa de su despoblación".
Francisco Delicado. " La Lozana Andaluza". Mamotreto XLVII.
Dos dragones enfrentados en estas hermosas puertas de nuestro Albollón.
Dragón, tarasca, animal fabuloso, símbolo de Santa Marta y de la Ciudad de Martos.

En Otoño la inmensa bóveda celeste se renueva cada día y nos regala diversidad en su armonía.
Torre del Homenaje de la Fortaleza Baja de Martos. Una hermosa mirada desde la Calle Adarve.
A veces pasear es viajar en el tiempo y mirar de forma sosegada es dialogar, comunicar, descubrir
y escuchar el mensaje que reposa en las sendas, en los caminos antiguos. Escuchar el palpitar
de una Ciudad viva, emocionada y ardiente en el deseo. Martos.

Iglesia Parroquial de San Amador y Santa Ana. Martos.
Un Templo que destaca por su espacioso presbiterio
cubierto por una hermosa bóveda.
Es la tercera Parroquia en antigüedad de la Ciudad de Martos,
dedicada a Santa Ana en la segunda mitad del Siglo XVI, en el lugar
donde se venera a Santa Lucía. Posteriormente y debido a sus pequeñas
dimensiones se trasladó a su emplazamiento actual, tomando también 
el nombre de San Amador, mártir tuccitano del Siglo IX.

2 de Noviembre en Martos.
Recordar a los Difuntos con respeto. Una Tradición que descansa en la profundidad
del tiempo. El Cristianismo recoge la sabiduría que vuela en los milenios y la hace suya.
En la esencia del Ser Humano, de la persona, permanece el recuerdo de los seres queridos
y de lo antepasados de otros tiempos. En los hogares resplandece la luz entrañable, evocadora
de la vida y palpitante en el deseo de vover a sentir una mirada, un abrazo, un beso, una palabra.
Luz que rasga la oscuridad del miedo a desaparecer en la nada, en el vacío. Luz siempre invicta
en el sendero a pesar de la muerte.

1 de Noviembre de 2015. "65 Aniversario del Dogma de la Asunción de Nuestra Señora".
La Roca Encantada contempla en el horizonte el antiguo resplandor de la Ciudad Hermana
de Porcuna. En su hermoso Templo Parroquial destaca la obra de Julio Romero de Torres.
María elevada al cielo por los ángeles en la bóveda de la capilla mayor. Visión maravillosa
del gran pintor cordobés. Excelente en su manifestación es una obra evocadora, entre el cielo
y la tierra que llega de la mano y el corazón de Julio Romero de Torres.