Desde el antiguo camino de Jamilena, pasada la Ermita de Santa Lucía.
La Peña de Martos es un león dormido, encantado por el poder de una magia
azul como el cielo. En su interior el corazón palpita despacio, sosegado en un sueño
profundo, intenso y hasta sagrado, pues un corazón tan espléndido es también venerable.
Martos se abraza al sueño de su Roca Encantada y no cesa de aguardar el despertar.