Iglesia Catedral de Jaén. Detalles del presbiterio.
Magnífico Templo que siempre nos regala detalles en su gran diversidad.
Caminar por sus inmensas naves es encontrarnos con la belleza que se acerca
a todas y a todos con la sensibilidad que vuela en el aire. Belleza elevada
hasta sus hermosas bóvedas, cielo bajo el cielo.
Creo que en el detalle, en la multitud de detalles reposa la belleza, descansa
su poder de rescatarnos de la tristeza y del dolor. Es la liberación que nos ofrece
la belleza, pues en ella no hay distinción, a todas las personas desea llegar para tocar
su corazón. Y solo una mirada basta para ser semilla fértil, simiente de muchas miradas
que desde los ojos descienden al interior para crear pasión y emoción.
La Iglesia Catedral de Jaén es admirable por ser fuente de belleza.