Adiós al mes de Mayo.
La Primavera triunfante se despide en este Domingo radiante
dedicado a la Santísima Trinidad.
Un complejo pensamiento sobre el mismo Dios único.
Tres manifestaciones del Ser Supremo que desde su Esencia
se da, se muestra, se ofrece. Una reflexión sobre el Amor.
Único y a la vez entregado, solidario y múltiple en sus constantes
renacimientos. Es la Zarza Ardiente que no se consume.

Tradicional Romería de Nuestra Señora de la Victoria. Reina de la Peña de Martos.
La hermosa imagen de la Virgen María asciende hasta su Ermita junto a las laderas
de la Roca Encantada. Fiesta popular llena de encanto y devoción a la Madre de Jesús.
75 años cumple esta romería dedicada a la Señora de nuestra emblemática Peña.

Un toque de Romanticismo en la antigua Casa de Artes y Oficios de Martos.
Magnífica Mansión de finales del siglo XIX.
Y siempre los ángeles, espíritus de nuestro pensamiento que surgen alados
de nuestra imperiosa necesidad de comprensión y dulzura.
Sobrevuelan la razón del Ser con la fuerza del viento de creencias y fe.
Nacen entre los deseos de ver el sendero, muchas veces en tinieblas.
Aparecen envueltos en la luz de unos brazos, de unas manos que son soporte
y caricia ardiente en el frío invierno. Resplandores de Primavera en una mirada.

La Ermita de San Bartolomé, en el regazo de la Peña de Martos.
Espacio sagrado de raíces muy profundas en la historia sacra
de la Ciudad de la Roca Encantada. Lugar entrañable que acoge
con mucho cariño la venerada imagen de Nuestra Señora de la Victoria.
Pequeña, dulce y hermosa, envuelta en el resplandor de las estrellas.
Es la admirable Señora de la Peña, de la inmensa roca que es su trono
y altar entre la devoción de las marteñas y marteños.

Domingo de Pentecostés.
A los 50 días de la Pascua, desciende el Espíritu Eterno.
Fuego cálido, sereno, sabio, umbral del Conocimiento
que arde sin consumirse en la luz y en la oscuridad.
Arde en las rocas, montes y valles. Arde sobre la tierra
y en las aguas que no apagan este fuego incesante.
Arde en el interior, en el núcleo de la vida.

Martos es una Ciudad que enamora siempre, a cualquier distancia. Cerca o lejos.
Ciudad abrazada con todas sus fuerzas al tiempo, a los siglos que la crean y conforman.
Mi corazón es suyo desde hace años, mi espíritu es suyo igualmente y mi pensamiento
solo descansa o despierta en las miradas, sensaciones, emociones y sentimientos
que desprende esta Ciudad abierta a tantos horizontes, despejados o en tinieblas,
generosos o escasos, dulces o amargos. Horizontes que no cesan de contemplar
su aliento esperado o inesperado, sereno o agitado, único o multiplicado.

En el llano que mira la Roca Encantada y en el sendero del Patrimonio
de la Ciudad de Martos, aparece esta gran mansión de tonos claros
y emergentes. Destaca su espléndida elevación que busca la luz desde
sus elegantes y esbeltos ventanales. Magnífica en su diseño y en la grandeza
de sus formas, es un verdadero palacio de ensueño que nos llama con voz
dulce y envolvente. Resplandece llena de encanto y nuestra mirada disfruta
en su contemplación. Hermosa, sublime, excelsa y romántica.

La luz del Sol contempla la belleza y se deja amar por ella.
En esta preciosa mañana de Mayo, fresca, suave, acogedora.
El resplandor desciende en el aire con el impulso creador de la Primavera.
Grandes miradores, ventanales que abrazan la luz y la regalan a un interior
deseoso, esperanzado, amante del destello que ofrece vida.
Un paseo sosegado por la Ciudad de Martos, siempre junto a la luz,
nos da miradas abiertas, libres, portentosas y admirables.
La Ciudad de Martos está a los pies de la luz, reflejada en el espejo
de la Roca Encantada. 

Bajo un hermoso escudo de teja verde vidriada, aparece espléndida
una Mansión en la Plaza de la Fuente Nueva de la Ciudad de Martos.
Bella esencia de una plaza maltratada y que no cesa de esperar y desear
que surja, que brote de nuevo el agua de sus entrañas en su admirada
y querida Fuente Monumental, en su añorado Pilar de la Fuente Nueva.
Mansión, inmensa casa, testigo de grandes celebraciones y también
de tristes decepciones. Siempre brillando a la luz del Sol en su verde intenso.

En la Ciudad hermana de Torredonjimeno, destaca por su belleza y armonía
la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol.
Junto al Castillo y Palacio de Torredonjimeno se levanta este hermoso Templo
de elegantes proporciones, esbelto y magnífico. Al entrar se respira Renacimiento.
Un ejemplo en su recuperación y restauración. Un Templo único y a la vez entrelazado
con la Orden de Calatrava y los Templos hermanos de Santa Marta y Santa María de Martos.
Recordar con admiración a Francisco del Castillo "el Mozo" y posteriormente a su hermano
Benito del Castillo que entregaron su dedicación y su espléndido trabajo en esta tierra
de la venerable Orden de Calatrava.

Jueves 14 de Mayo, año 2015. Día de la Ascensión del Señor a los Cielos.
Uno de los tres Jueves que relucen más que el Sol, junto al Jueves Santo
y la Solemnidad del Corpus Christi.
En la Ciudad de Martos, la Ciudad de la Peña, que está más cerca del cielo.
Se celebraba la Solemnidad de la Ascensión del Señor, siguiendo la tradición
de subir a nuestra Peña. Esta preciosa tradición perduró hasta los años 30
del siglo XX. La Roca Encantada, de inmensa memoria, guarda y atesora
este hermoso recuerdo. 

Un Recuerdo Entrañable que abraza el Corazón.
Las preciosas Capillas que iban de casa en casa, de hogar en hogar
para ser aliento de Fe y devoción sencilla y admirable.
Estas pequeñas Capillas también recogían las limosnas de los fieles
y eran una tradición muy bonita que permanece en la memoria de muchas personas.
Hermosa Capilla portátil con la imagen de San Francisco abrazando a Cristo en la Cruz.
Conservada con mucho cariño en la Iglesia Parroquial de San Francisco de Asís. Martos.

12 de Mayo. Celebración y Recuerdo de San Pancracio.
Un joven amante de Jesús en unos años terribles para el cristianismo.
El Emperador Diocleciano decretó la última gran persecución contra
los cristianos, a principios del siglo IV d.C. El joven Pancracio recibió
la corona del martirio en Roma, año 304 d.C.
Muy venerado y querido también en la Ciudad de Martos. Con esta imagen
que acoge las oraciones y ruegos de muchas marteñas y marteños, en una
capilla del Monasterio de la Santísima Trinidad, espero que interceda ante Dios
por todas y todos. Y por este grupo de Martos en el Recuerdo.

"Una Mirada basta."
"El privilegio de contemplar la hermosa Torre Campanario
de la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta" en la Ciudad de Martos.
Aparte de conflictos, enfrentamientos y pleitos en la vida religiosa marteña
de antaño entre las Parroquias de Santa María y Santa Marta. Desde luego
muy alejados de la idea cristiana de la vida.
Aparte de preeminencias, prebendas, títulos y reparto de celebraciones
y honras fúnebres reales. El privilegio fundamental para la Ciudad de Martos
es poder conocer, admirar, disfrutar y compartir una historia muy profunda
e intensa con luces y sombras, amanecer y ocaso, resplandor y oscuridad.
Para mi es un honor sentir, escuchar los latidos de dos corazones tan amados
por nuestros antepasados y que unidos forman un manantial de Fe.

En la Tierra Marteña de Calatrava surge Higuera de Martos. Higuera de Calatrava.
Un pueblo sosegado y tranquilo que aparece entre olivos, durmiente en un lecho
verde y azul labrado en su intensa historia.
Don Sancho Jiménez de Solís, padre de Isabel de Solís. Estrella o Lucero del Alba
en el Reino de Granada. Fue Alcaide de su Castillo en unos años complicados y llenos
de inseguridad y miedo. Higuera de Calatrava, un pueblo que merece ser visitado despacio,
caminar por sus calles para conocer su Castillo y sobre todo el precioso Templo dedicado
a la Inmaculada Concepción. Magnífico y sorprendente.

"Si nuestros antepasados levantaran la cabeza."
Interior de la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta.
Si levantaran la cabeza, se quedarían asombrados y creo que tristes.
Conservar el legado de las personas, marteñas y marteños, que nos precedieron
es asignatura pendiente de la Ciudad de Martos. Cuidar, respetar, conservar
y restaurar de acuerdo y en íntima relación a la tradición y la historia, conforma
una dimensión alejada, muy alejada de la realidad de esta Ciudad.
Hay excelentes excepciones, como la magnífica restauración de la hermosa
y venerable Capilla de Jesús Nazareno, en la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta.
Muchas veces no vemos que detalles que parecen pequeños o sin importancia
son destructores de la armonía y del equilibrio de un determinado espacio. Otras veces
creemos que añadir es el camino adecuado, cuando puede ser todo lo contrario.
Creo que si miramos al pasado con interés, podemos aprender muchas cosas,
y sentir, apreciar y contemplar otra realidad, fuente de información fundamental
para el presente de nuestra amada Ciudad de Martos, que tanto Amor necesita.

El Derecho, el deseo de respirar Cultura, para poder asumir el Conocimiento
y la Responsabilidad. Nadie puede respirar cultura por nosotras y nosotros,
nadie puede desear cultura por nosotras y nosotros. Es un derecho, un deseo,
personal, íntimo y profundo de la persona. Sentir la necesidad de disfrutar
de este derecho es fundamental para el desarrollo y evolución de todas y de todos.
Ser conscientes de una realidad clara que se apoya y crece desde la persona
y para la persona. Cada una, cada uno, somos protagonistas de la cultura
y nada ni nadie puede suplantarnos, ser protagonista por nosotras y nosotros.
Aceptar la cultura como el aire que respiramos cada instante de nuestra vida
es aceptar, comprender y asumir el conocimiento y nuestra responsabilidad.
Es una labor magnífica que brota desde el interior y alcanza las alturas del Ser.
Con esta imagen del umbral de la Casa Municipal de Cultura de nuestra querida
Ciudad de Martos, os dejo este pensamiento que nace desde muy adentro,
pues creo en la fortaleza de la cultura como llave de la libertad de la persona.

La Ciudad de Martos, celebra hoy 5 de Mayo, la fiesta de su Patrón.
Amador de Tucci. San Amador. Un joven cristiano del siglo IX, entregado
al servicio de Jesús y de la Fe. Vivió en tiempos muy dificiles y complejos.
Heredero de una tradición cristiana de siglos, que rebosaba en la antigua
Ciudad Episcopal de Tucci. Amador, radiante en su juventud, acudió
a la Ciudad de ciudades, a la diadema de Al-Andalus, Córdoba,
para aprender, conocer y dar testimonio de Jesús.
En el año 855, Amador recibió la corona del Amor y Martos jamás lo olvida.

Exuberante, abundante y copioso Mayo. Excelente en sus manifestaciones, fastuoso
en sus aromas, colores y sonidos. Días de Primavera en radiante plenitud.
Dedicado desde hace siglos a la Virgen María, Madre de Jesús. Mes de entrañable
devoción entre pétalos de flores, que todas y todos llevamos en el corazón desde la niñez.
La Ciudad de Martos acoge y eleva en su fotaleza baja a Nuestra Señora, en su querido
Templo de Santa María de la Villa. Doncella de cabellos dorados a la luz de Mayo.