Horizonte inmenso. Miradas al cielo y a la tierra de Martos. La Roca Encantada
se eleva serena como fortaleza poderosa, como pedestal que emerge de la misma
tierra para dar luz a pesar de las tinieblas. Tierra de Martos iluminada por el Sol
creando destellos verdes, azules y blancos celestes. Y la Peña, la Roca es la esencia
de este replandor, forma parte del destello por la emoción que despierta en el horizonte.
Jamás duerme la tierra, permanece despierta noche y día. Los verdes olivos
son sus ojos que no dejan de mirar al cielo y a la misma Roca Encantada. Ojos verdes
de la tierra de Martos, abiertos a la esperanza, intensas esmeraldas brillantes hasta
el horizonte más lejano.