Frontal con el Bautismo de Jesús, en la Capilla Bautismal de la Real Iglesia
Parroquial de Santa Marta. Martos. Principios de los años 60 del Siglo XX.
Una obra excelente bajo una bellísima bóveda del gótico final, una hermosa
conjunción en un Templo excelso. El brazo de Juan Bautista se extiende, se alarga
hasta la cabeza de Jesús que alza sus manos con suavidad y delicadeza.
Pienso que es una obra poco apreciada en Martos, a pesar de su belleza. Siempre
es bueno valorar una labor intensa y preciosa que tenemos muy cerca, es parte
de nuestro patrimonio para conservar, restaurar y dejar como legado.
Francisco Baños Martos, un pintor con una manera especial de pintar, un estilo
muy claro de lineas rectas y geométrico que puede parecer duro pero que en esta obra
se muestra suave y dulce, parece que la capilla matiza su pintura y la hace generosa,
abundante en detalles, genial en la concepción de las imágenes. una obra de arte silenciosa
a los pies del Templo que nos llama a voces para admirarla con cariño.
Este señor no fue un gran pintor ni siquiera un buen dibujante. Lo tuve como profesor, por así llamarlo, ya que casi nunca estaba en clase o si iba, llegaba tarde. Cuando aparecía, daba su perorata personal sobre su vida, obra y milagros, pero no te orientaba en nada. También fue mala persona, porque ayudaba a sus amiguetes y a algún hijo suyo a colarse en la Facultad de Bellas Artes de Valencia como profesores, pero utilizaba malas artes con aquellos que se le ponían enfrente o eran discípulos de profesores enemistados con él. Es una pena que se hagan determinados comentarios de lo excelente que fue y de que le encantaba la enseñanza, cuando lo que le gustaba era el poder y el dinero.
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