domingo, 2 de diciembre de 2018

Primer Domingo de Adviento.
Los ángeles de Dios rodean, envuelven a María, en la Gracia, en la Misericordia del Señor
del cielo y de la tierra. Nuestra Señora, aguarda el nacimiento de Jesús, el esperado para
la redención del mundo. María descansa sus pies en el vuelo de los ángeles que la dejan
en manos de la Excelsa Sabiduría de Dios Altísimo. Lleva en su seno generoso a Dios
mismo, al Señor del Universo. Un Dios que siendo inmenso se hace pequeño, es un Niño
necesitado, que depende del amor humano de María y su esposo José.
Solo aquello que es "Grande" tiene la capacidad maravillosa de ser pequeño, humano
en su integridad absoluta. En  estos días de Adviento, esperamos con esperanza,
con deseo, a un niño, a un infante que en su fragilidad y necesidad, guarda todo el poder
de un Dios Salvador. De un Dios que emociona en su dulzura.
Detalle de la imagen de la Inmaculada Concepción en la Real Iglesia Parroquial
de Santa Marta. Martos.
Ojalá los ángeles de Dios nos acompañen en la espera de Jesús Niño.

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