jueves, 20 de diciembre de 2018

Gracias Madre. Gracias Señora. Gracias Reina de la Villa.
Mañana 21 de Dicienbre, hace un año que mi corazón se estremeció, tembló.
Yo me acorde de ti Madre desde el primer momento, el mismo corazón herido
acudió a tu poderosa intercesión, pues mi alma llamaba sin cesar a tu puerta,
Madre y Señora de la Villa.
Mi Abuela me enseñó a quererte, a tenerte cerca desde niño. En esos duros momentos
en el hospital solo dos pensamientos llegaban a mi mente, mi Abuela y tú, Madre celeste.
Dos mujeres ejemplares, fuertes, amantes de Dios Altísimo. Gracias Madre por coger mi mano
cuando el miedo se apoderaba de mi. Gracias Señora por concederme la energía que
necesitaba en esos días de angustia . Y también gracias a mi Abuela que seguro está
a tu lado cuidando de mi con amor.
Mira Madre un alma que aguarda en tu misericordia, jamás desampares mi alma,
ahora y en la hora de la muerte. María, Madre de Gracia, Madre de Piedad. Amén.



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