Miradas desde la Fortaleza de la Villa en Martos.
Castillo unido por ser cimiento poderoso del antiguo Templo de Santa María.
Sucede que desde el Siglo XIII y sobre tierra y roca sagrada más antigua, pues
el espacio es emblemático por estar elevado sobre el llano con un destello especial
que llama a la oración y a la reflexión interior. En sus entrañas apareció una bellísima
imagen de Nuestra Señora, la Virgen María. Obra en alabastro policromado que durante
siglos fue un símbolo entrañable de Martos, sus cabellos dorados y sus ojos verde claro,
suave, que miraban con dulzura y amor. En este Castillo está su Casa, su Hogar tan querido
por las gentes de Martos.
La Roca Encantada, siempre por la Coronación Canónica Pontificia
de Nuestra Madre y Señora de la Villa. Reina y Labradora de Martos.
Remediadora y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Peña y Roca.