miércoles, 26 de diciembre de 2018


Cristo, Alfa y Omega. Jesús, Principio y Fin.
Pavimento del Templo de Santa María de la Villa en Martos.
La Roca Encantada recuerda estas imágenes en Navidad. Vuelve a ellas,
pues para muchas personas pueden pasar desapercibidas, ocultas a la mirada.
Un detalle precioso que es bueno enseñar, mostrar, sacar a la luz. Aparece a nuestros
pies, justo delante de la Capilla Mayor del Templo de Nuestra Señora de la Villa.
Comtemplar, apreciar, dar valor al Símbolo que nos une desde hace siglos.
Fundamental es percibir nuestro patrimonio que a veces no vemos, no sentimos,
es necesario mirar despacio, de forma serena. Entregarnos a la historia, a los sentimientos
de muchas personas que a partir de la sensibilidad nos han dejado un legado muy bonito.
En un humilde pesebre de Belén, un Niño Rey es Alfa y Omega. Y siempre tiene sus ojos
puestos en su Madre, María, dulce doncella llena del Espíritu de Dios Altísimo.

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