Fiesta dedicada a la recuperación de las fuentes, arroyos, rios y cursos de agua.
Divinidad del agua que fluye e inicia su despertar en estos días. En la decadencia
del verano, de la estación seca, empieza poco a poco a resurgir el agua de las fuentes
que dan vida a las personas y animales en las ciudades del mundo romano.
Los manantiales resucitan lentamente y sus aguas son divinas. Es la esperanza
del agua que no cesa y en las fuentes da de beber al sediento.
Martos es poderosa en aguas y esto fue una razón importante para estar viva
durante siglos. Pilar de Santa Lucía en Martos, una fuente preciosa, encantadora
y siempre dispuesta a saciar la sed del caminante.
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