Pasos en el camino. Pasos en el sendero que conducen a este lugar sagrado.
Bajo la atenta mirada de la Roca Encantada, asciende el camino hasta el Cementerio
de Martos. Quiero recordar en esta publicación un detalle, después creo que perdido
como tantas cosas en Martos. Cuando era un niño, me gustaba detener la mirada
en la lápidas del cementerio. Me gustaba leer y pensar con cariño en las personas
que descansaban y aguardaban. Conocer sus nombres y reflexionar sobre ellas.
Cerca del espacio donde descansaba una persona muy amada por mi, siempre
me quedaba mirando una lápida oscura, antigua, que pasaba desapercibida.
Era una lápida de finales del Siglo XVIII, 1798-1799. Y al final desapareció
pues jamás, a pesar de buscarla, nunca la he vuelto a ver. Una Pena.