viernes, 18 de agosto de 2017

Patrona de la Arqueología. Santa Elena. Madre de Constantino el Grande.
Vivió en tiempos de crisis profunda en el Imperio Romano. Siglos III - IV.
Quiero destacar dos pilares de este momento histórico que al final se puede
considerar fundamental en el devenir de la historia de la humanidad.
Elena participa de esos dos  pilares centrales. Crisis del Estado, creencias
religiosas y de la sociedad en general. A la vez, el Cristianismo avanza
por todo el imperio en íntima relación con las necesidades urgentes de las personas.
Má Crisis era Más Cristianismo.
La verdad que mi reflexión se centra en un aspecto que puede pasar desapercibido.
Elena se envolvió en el manto cristiano que a pesar de todo era el triunfo de un
Dios que llegó un buen día para quedarse. Su hijo Constantino se interesó, aprendió
y se aprovechó pero jamás fue cristiano de verdad, de corazón.
Elena era una mujer inteligente, demostrado en su larga vida. Y si la posición
de la mujer en la sociedad romana era dependiente y muy poco apreciada en general,
ahora el viento era todavía peor. No lo digo por el Dios cristiano en concreto.
La mujer con la religión que progresa y vence, la mujer no solo debe obedecer
al hombre, debe renunciar a sus ideas, su pensamiento, es decir a su realidad
de persona real e independiente. De nuevo, esta versión de la mujer no nace
de Jesús, surge de los que dicen, establecen y  ordenan. Nace de la jerarquía
de una Iglesia repleta de divisiones pero plenamente judía en la visión
de la mujer y en eso están todos de acuerdo.
Por eso mi reflexión se centra en Elena como mujer. Puede que el poder
como madre del emperador, fuera un excelente bálsamo.




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