miércoles, 15 de agosto de 2018


Lucio Septimio Basiano. Marco Aurelio Severo Antonino Augusto. Dos nombres
y una misma persona, Caracalla en todo el imperio romano. Siglo III d.C. en el imperio,
siglo de las tristezas, del miedo, de la necesidad y del hambre. Siglo de la Crisis profunda.
La locura del mal gobierno del joven emperador da el golpe mortal a la estructura
colonial romana, por supuesto a la Colonia Augusta Gemella, Martos.
Año 212, Constitución Antoniniana. Concesión de la plena ciudadanía romana
a todos los provincianos libres del imperio. Las Colonias romanas del imperio.
como nuestra Colonia Augusta Gemella, Martos, que en este caso desde César Augusto,
se apoyaban en el derecho de ciudadania de la que disfrutaban, reciben el golpe mortal
a sus privilegios y a su permanencia, estabilidad y cimientos romanos.
El Siglo III se convierte en un espejo donde se mira y refleja el imperio romano
y descubre el principio del fin. Las invasiones empiezan a saquear diversas provincias
del imperio y llegan hasta el sur, en su camino abrasador. La enfermedad y la escasez
de alimentos son el pan que nos falta cada día. La penuria triunfa en la sociedad
romana y los antiguos y viejos dioses ya no sirven de ayuda, por eso el Cristianismo
se presenta, con su joven dios, como Salvador del imperio, de la personas, de las
antiguas ciudades como la Colonia Augusta Gemella, Martos.
Inscripción dedicada a Marco Aurelio Antonino Augusto en el zócalo de epigrafía
latina de la antigua Cárcel y Cabildo de Martos.
 

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