viernes, 31 de agosto de 2018

La Roca Encantada, siempre por la Coronación Canónica Pontificia
de Nuestra Madre y Señora de la Villa. Martos.
Arcángel Gabriel en el Camarín de la Virgen María. Decorado por Francisco
Palma Burgos en 1953.
Por la inmensa Fe y devoción que despierta Nuestra Señora, la Doncella de la Villa,
merece ser Coronada con diadema de Oro. Merece este reconocimiento de la Santa
Iglesia y de la Diócesis de Jaén. Nuestra Señora de la Villa, Reina desde hace siglos
sobre una antigua Sede Episcopal que desciende hasta la raíz del Cristianismo
en España. María de la Villa, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, ojalá
tus cabellos dorados se adornen con diadema de oro, ojalá la Iglesia que somos
todos y todas reconozca el valor de tantos corazones que esperan, que aguardan
en ti con gran esperanza. La Sede de Tucci lo merece, nuestra historia lo merece
y la Santísima Virgen de la Villa espera el amor que dejara en su cabeza la diadema
de oro. La Doncella aguarda con la lámpara rebosante de aceite para que nunca
la llama deje de alumbrar en la noche. 

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