lunes, 25 de septiembre de 2017

Otoño en la Colonia Augusta Gemella. La Familia en el Mundo Romano.
Los Antepasados y el miedo al Inframundo. I.
La Oración es un camino muy antiguo, tan antiguo como el Ser Humano.
La familia es fundamental en el mundo romano, se puede decir que es
el cimiento de su poder, de su expansión, de su triunfo. Traer hijos al mundo
dentro de la familia romana es una pieza maestra para la evolución y el
esplendor de Roma. Varones para dar nuevo vigor y garantizar la permanencia
de la familia. Y las mujeres para establecer nuevos lazos de sangre con otras
familias romanas para crear una red de poder e influencia.
Potenciar el matrimonio en las familias patricias y por supuesto en la plebe.
La necesidad de contratos matrimoniales era urgente para Roma. Después
de los años de decadencia de la etapa final de la República con abundancia
de mujeres y hombres solteros y poco dados al matrimonio romano. Augusto
promueve leyes en el Senado para alentar y promover el matrimonio.
Los patricios deben dar ejemplo al pueblo llano y contraer matrimonio
o sucesivos matrimonios, pues la descendencia era fundamental y el divorcio
se otorga facilmente por falta de hijos en la pareja.
La plebe debe someterse a las leyes y seguir el ejemplo de los patricios.
Deben casarse y traer hijos e hijas legítimos al mundo, aunque en este caso
eso era lo de menos para la administración romana. Su obligación era traer
hijos y más hijos para Roma. Pan y circo para promover las relaciones
y los embarazos. Aunque en justicia se debe reconocer que Augusto con su
legislación obligó al matrimonio a los poderosos patricios a pesar de su
resistencia a la vida conyugal. Los miembros del Senado debían ser ejemplares
en la labor de dar hijos a Roma, pues era lo justo en una clase llena de privilegios
y elevada en la estructura social.
Augusto en su largo matrimonio con Livia Drusila, no tuvo descendencia
pero su dependencia de esta inteligente mujer era enorme. Se doblegó a su poder
en la sombra, además pensaba que sus nietos, hijos de su única hija Julia, fruto
de un matrimonio anterior, garantizaban su descendencia. Un pensamiento triste
y sin fortuna.
La Oración es un sendero muy antiguo. Pedir y rogar a los dioses por la familia
y por Roma. Es la Oración a los Antepasados un camino seguro en el corazón
de una ciudad y un imperio.

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