martes, 5 de septiembre de 2017

El Mochuelo, precioso, trabajador nocturno incansable, enemigo de roedores
y además sagrado desde hace siglos. Acompañante y hasta símbolo de la diosa
Atenea, junto con el querido olivo. La Roca Encantada disfruta dando un poco
de luz a los seres vivos que son importantes para mujeres y hombres, para
la sociedad en general.
Aunque en el caso del Mochuelo, puede ver en las tinieblas y nada permanece
oculto a sus inmensos ojos que todo lo perciben a pesar de la oscuridad.
Es la Sabiduría reflejada en este pequeño ser alado capaz de descubrir la vida
y los deseos ocultos. La diosa Atenea es Minerva para los romanos y era protectora
de Roma unida a Júpiter y Juno. Se encontraba en el Templo más importante de las
ciudades romanas. "Triada Capitolina".
Por supuesto en las Colonias Romanas era un culto fundamental junto al Culto
Imperial. Siempre vuelvo a la Colonia Augusta Gemella, pues como en el caso
de la serpiente, el querido Mochuelo era reproducido en metales preciosos
o en madera, siempre más popular y barata. Se llevaba en adornos, anillos,
pendientes, brazaletes ........
Llevarlo otorgaba sabiduría para actuar de forma adecuada y daba protección
sobre los poderes ocultos que desde la oscuridad buscaban perjudicarnos.


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