viernes, 2 de marzo de 2018

Última Luna Llena del Invierno. Luna en plenitud en este día de Marzo.
Un mes especial, pues va a tener otra Luna Llena en su último día.
El esplendor de la Luna nos llega, a pesar de no poder verla resplandecer
en el cielo por las nubes. Puede que la magia de este astro tan querido
sea más intensa cuando el velo de la bóveda celeste la cubre. Puede
que su destello sea más fuerte en nuestro interior, en la profundidad
de nuestro Ser. También es posible esta noche, que se pueda manifestar
entre las nubes y regalar su resplandor, aunque en la madrugada nos
sorprenda durmiendo. Es la Luna en la cúspide del Invierno, por eso
su poder de emocionar es portentosa, su capacidad de enamorar, de sentir
es maravillosa. La pasión se desborda, se recrea, se eleva hasta embriagar
el espíritu hasta convertirse en potencia creadora, renovadora de la realidad,
es el cambio que viene con fuerza, con ilusión, para desterrar el miedo,
para dejar a un lado el temor, superar la tristeza y abrir nuevos senderos,
caminos que aparecen a la luz interior de la Luna.
Aceptar el poder del cielo, puede ser el primer paso para empezar
a caminar, después de mucho tiempo alejado del sendero. Un nuevo
comienzo que se abre ante nosotros y la Luna siempre alumbra nuestros
pasos, si nos decidimos a empezar a andar con la esperanza en la luz
que nos ayuda a no tropezar.
Todo depende de tomar la elección de caminar, de avanzar, de dar el paso
inicial para dejarse llevar por la energía que surge de ese primer paso.
Luna Llena de Invierno, fuego ardiente en la noche, antorcha encendída
en las tinieblas, hoguera siempre viva a nuestro lado.
La oscuridad se dispersa, se aleja de nosotros con el brillo de esta Luna
de Invierno y nos ofrece regresar, empezar, iniciar, renovar.


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