Siendo Don Felipe V, por la Gracia de Dios, Soberano de la Monarquía Hispánica
y de las Indias, se levantó en Martos esta noble portada en la Iglesia Conventual
de San Francisco de Asís, frente a la Fuente Nueva de esta, por entonces, Villa de Martos.
Portada que cuenta con un inmenso arco, tan elevado y hermoso en su concepción
que parece un arco de triunfo. En su cúspide surgen los escudos de Martos y de
Orden de San Francisco, acompañando a la desaparecida y bellísima imagen
de Francisco de Asís arrodillado y mostrando la llaga de su costado.
Excelsa portada que fue umbral durante años de la Iglesia Parroquial
de Santa María de la villa, pues Nuestra Señora estaba en su Casa, en su hogar
en este Templo franciscano. Además entre los milagros que podemos contar
en Martos, está la permanencia de esta portada tan hermosa, pues cuando
con tanta tristeza se derribó el Templo, la portada resistió el desastre.
Siendo Don Felipe V, por la gracia de Dios Altísimo, Rey de España y de todas
las Españas, se elevó esta puerta celeste y espléndida para mayor honra de Jesús
Salvador y de San Francisco, tan querido en la Sede Tuccitana.