miércoles, 25 de julio de 2018


Magnífico Retablo Pétreo. Portada de la antigua Iglesia Conventual de San Francisco
en Martos. Parroquia de San Francisco de Asís en la Fuente Nueva de Martos. Levantada
durante el reinado de su Católica Majestad Don Felipe V y terminada el año de gracia
de 1729. Curiosamente ahora se muestra en alto pero en su origen estaba situada en bajo
con una ecalinata prévia para descender hasta la puerta del Templo. La escalera se cerraba
con una sencilla y elegante reja de hierro en el nivel de la plaza de la Fuente Nueva.
Barroco esencial, fundamental en su concepción, sencillo en el conjunto, aunque el secreto
se muestra en los muchos detalles repartidos por toda la obra, sobre todo desde el inmenso
arco hasta la sublime decoración de su hermosa coronación repleta, sobresaliente con hornacina
central y los excelentes escudos de la Orden Franciscana y de la por entoces Villa de Martos.
Tristemente ahora surge elevada sobre el cuerpo nuevo de la iglesia que por decir algo
no la embellece en absoluto. Además perdió la hermosa cornisa que la coronaba y enmarcaba
en las alturas del tejado del templo. Esa preciosa cornisa era hogar de nidos de golondrinas en
el verano y mis ojos miraba las aves entrar y salir de sus hogares seculares.
Cuando era un niño, mi imaginación infantil me llevaba a pensar en un lugar de pavor,
de miedo, de soledad y de fantasmas alargados. Pasados los años descubrí que la dejadez
y el abandono fueron los teriibles fantasmas que un día derribaron la antigua Iglesia
de San Francisco.

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