Fiesta de Santa Ana. San Joaquín y Santa Ana, Padres de la Santísima Virgen María.
Siendo Don Felipe II, Rey Soberano de estos Reinos, se funda la tercera Parroquia
de Martos, dedicada a Santa Ana, Madre de la Excelsa Virgen María. Situada a la entrada
de la por entonces Villa de Martos, en el espacio sagrado que despues acogió la venerable
Ermita de Santa Lucía. Posteriormente la Iglesia Parroquial de trasladó al lugar donde se
estaba levantando un Templo dedicado a San Amador, Patrón de Martos.
Las razones eran importantes, pues la Iglesia Parroquial se centraba en un espacio urbano
por entonces lleno de grandes mansiones y palacios e igualmente más cerca de la concurrida
Fuente de la Villa marteña. Además el Templo entre la Calle la Fuente y las Calles LLana Alta
 y LLana Baja, tenía más posibilidades respecto a su capacidad y dimensiones, muy reducidas en su
situación original.
Hasta 1936, el Templo Parroquial guardaba una preciosa escultura en piedra marmórea
de Santa Ana que llamaba la atención por su grandeza y belleza.