miércoles, 15 de noviembre de 2017


Mucha Devoción tiene Nuestra Señora de la Villa en la Iglesia Parroquial
de San Francisco en Martos. Siempre hay personas delante de Nuestra Señora,
rogando, rezando y entregando sus necesidades a la Madre de la Villa.
Personas que pasan por la Fuente Nueva y muchas, muchas personas mayores
que no pueden subir a su venerable Templo acuden a San Francisco y se postran
a los pies de la Santísima Virgen de la Villa. Desde niño me ha asombrado la Fe
y Devoción a esta Señora de cabellos dorados y todavía me asombra más
que no esté coronada canónicamente. Martos, Tucci, fue Sede Episcopal mucho
antes que Jaén, siglos antes,  pero eso no parece importar a la burocracia eclesiástica
que es incapaz de reconocer la inmensa Fe secular de una ciudad amante de María,
Madre y Señora de la Villa.


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