Cine Olimpia en Martos. Cuando el Cine era creador de sueños. Cuando el Cine era magia.
Sala de Cine preciosa en la Ciudad de Martos, entre la Calle San Francisco y la hermosa
pendiente de la Calle Lepe. Tardes de cine maravillosas, sobre todo tardes de sábados
y domingos con tantas peliculas, con tantos sueños a nuestro lado, en la pantalla que era
una gran puerta abierta a sensaciones, emociones, lágrimas y sonrisas.
Y siempre el Quiosco de Rafael al principio de la Calle Lepe, para comprar pipas y
barras de regaliz. Comprar una entrada de cine era algo espléndido, una promesa, un sentimiento.
Una promesa que regalaba conocimiento de otras vidas, de otros mundos, de otras realidades.