El Imperio Romano y la Colonia Augusta Gemella. Pasar del Triunfo a la Decadencia
es muy costoso, difícil de aceptar y asumir. Los cimientos antaño poderosos
han comenzado a quebrarse, a hundirse en el barro lentamente. A finales del Siglo II d. C.
el Poder Imperial se puede recoger entre el fango del mundo romano.
Lucio Septimio Severo, su esposa Julia Domna y sus dos hijos, Publio Septimio Geta
y el conocido como Caracalla, son los protagonistas de este paso complicado que lleva
al Imperio a la gran crisis del Siglo III d.C.
Familia Imperial que aparece representada de forma especial en el zócalo de epigrafía
latina de la antigua Cárcel y Cabildo de Martos. Puede que el destino pensara que
era bueno conservar muestras de esta familia tan compleja para dar a conocer una realidad
muy complicada. Cuatro inscripciones del zócalo los representa de forma excelsa, una de
ellas es tremenda, pues el nombre protagonista aparece borrado, lo demás se conserva
por aludir a su padre y a su hermano.
Se conserva una inscripción dedicada a Julia Domna, Julia Augusta, esposa y madre
hasta del ejército y sus campamentos. Es Madre del Campamento en la inscripción.
Acompañaba a su esposo Lucio Septimio Severo en sus campañas militares, es una
excepción en la cúspide del Imperio Romano.
Dos inscripciones recuerdan al temible y odiado Caracalla, con el pomposo nombre
de Marco Aurelio Antonino Augusto. La mejor conservada aparece en esta publicación.
A la muerte de su padre, el terror fue el dueño de Roma. Triste decadencia de las
antiguas Colonias Romanas en todo el Imperio, entre ellas la Colonia Augusta Gemella.
La concesión de la plena ciudadanía romana a todos los provincianos libres del imperio
en el año 212 impulsó esta decadencia.
Por último una inscripción con el nombre borrado sobre la piedra. Dedicada a Publio
Septimio Geta. Su hermano Caracalla lo mandó asesinar igualmente en el año 212.
El mismo Senado, siempre bajo el poder imperial mandó borrar su recuerdo y memoria
de cualquier monumento e inscripción conmemorativa en todo el Mundo Romano.
Por eso esta inscripción en Martos es tan excepcional. Muestra de forma clara  el deseo
de Caracalla y su esfuerzo por borrar de la vida y la historia a su hermano Geta.
En Martos tenemos muy cerca a la historia, es parte de una ciudad antigua que reposa
en el lecho de la Roca Encantada. En Martos puedes tocar con las manos, con los dedos,
sentir con la mirada, escuchar en un instante de silencio, el palpitar de un corazón
venerable, sereno, entrañable, admirable.