martes, 17 de octubre de 2017

La Roca Encantada es testigo de los siglos. Madre de la venerable Tucci.
Pues de su seno nació la Ciudad que los dioses o el Dios único escogió
para persistir, permanecer en el tiempo y llegar hasta nosotros con la emoción
desbordante de la historia. Martos, después de mirarte despacio, nadie puede
olvidarse de ti. Martos, después de percibir el palpitar de tu corazón, nadie
puede dejar de recordarte, de esperar volver a verte en el regazo encantado.
Gracias Roca portentosa por elevarte generosa y estar más cerca del cielo.

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