miércoles, 25 de octubre de 2017




A su muerte Francisco del Castillo "el Mozo", en 1586, dejó en manos
de su hermano Benito del Castillo, la culminación de la obra del Templo
de Santa María de la Villa en Martos. Ya sepultado Francisco del Castillo
en lugar sagrado, en dicho Templo Parroquial de Santa María en obras,
Benito del Castillo finalizó estas obras de total renovación como gran Basílica
Renacentista. Terminó la preciosa Capilla de Nuestra Señora del Rosario, lugar
de reposo eterno de su querido hermano. Igualmente levantó por completo
el sencillo Campanario del Templo sobre la fortificación medieval de la Fortaleza
de la Villa. Todo esto aparece en la Última Voluntad y Testamento de Benito
del Castillo.  Martos y la Sacra Iglesia Parroquial de Santa María.

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