martes, 9 de mayo de 2017


Vivimos en una Dimensión Temporal y el Tiempo es Soberano en nuestras vidas.
En el Mundo Romano que recoge la Sabiduría de Grecia y de Oriente a través de
sus conquistas, el tiempo se muestra poderoso en el cielo, en los astros caminantes
en sus senderos. La Colonia Augusta Gemella era una ciudad intensamente
romanizada, en realidad como toda la provincia Bética. El Emperador Augusto tuvo
un cimiento fundamental en su Idea de Roma. Potenciar el Matrimonio y traer hijos
al mundo. Entre las clases más altas de la sociedad romana era una tradición recoger
la fecha y la hora del nacimiento de un hijo. La razón es para nosotros un tanto exraña
pero para ellos era muy importante, sobre todo si era un varón. Tener la llave que abriera
la puerta del cielo en el momento de su nacimiento y poder descifrar el futuro que aguardaba
al niño recién nacido. En las pequeñas ciudades del imperio,  esta labor de ver el futuro
se apoyaba en los Templos y sus servidores y en astrólogos, en muchas ocasiones
itinerantes que visitaban estas ciudades para realizar su tarea de ver el futuro.
Si el recién nacido era niña, la verdad es que no se cuidaba tanto la tradición. Aunque
también se realizaba para descubrir en el cielo los servicios que esta niña iba a dejar
en la familia. Sobre todo un matrimonio ventajoso, pues la mujer era la base de alianzas
de poder entre familias elevadas en la sociedad romana. 
En las imágenes podemos ver un detalle del zócalo de epigrafía latina.
Antigua Cárcel y Cabildo de Martos.
Ara Funeraria de la Colección arqueológica del Padre Alejandro Recio.
Museo Arqueológico de los Padres Franciscanos. Martos.

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