viernes, 12 de mayo de 2017

El Cielo se estremece y una Voz surge. "Con este Signo Vencerás". El Siglo IV y el Triunfo
del Cristianismo. Un Triunfo que ofrece Constantino con la Libertad de Culto en todo
el Imperio Romano. De Madre Cristiana, el Emperador fue toda su vida un ferviente
adorador del Sol. Era una persona interesada en conocer las religiones y cultos, aunque
de forma intelectual y el Cristianismo entraba en sus deseos de conocimiento.
Nunca se consideró cristiano pero si aprovechó de forma interesada la expansión de su culto
por oriente y occidente. Siglo de Poder y también de establecer una sólida unidad en la Fe.
Unidad complicada entre los cristianos, pues Jesús era Dios para muchos pero para otros
era Hijo de Dios. Diferncia fundamental en la Fe. La Naturaleza de Jesús fue un campo
extenso para el enfrentamiento, luchas internas y siempre el deseo de Poder para controlar
el gobierno imperial. En occidente, la Ciudad de Tucci con su Sede Episcopal, siempre
fiel a Roma y a su Obispo. Esta idea se refleja claramente en su Sarcófago Romano
Paleocristiano. Cristo se muestra como Fuente de Poder y es Dios hacedor de prodigios.
La imagen del gallo en el sarcófago es una alegoría de Pedro, primer Obispo de Roma.
De nuevo una pieza de la Colección Arqueológica del Padre Alejandro Recio. Museo
Arqueológico de los Padres Franciscanos. Martos. Precioso Crismón. Cristo es Principio
y Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario