miércoles, 31 de mayo de 2017


En el Sendero de Dios Altísimo y Misericordioso.
"Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo
de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oir Isabel el saludo de María,
la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo". Lucas 1, 39-41.
El mes de mayo se despide con la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora. Para mi
es entrañable ver a María, joven y llena de energía, acudir a dar su ayuda a Isabel en
un momento complicado, pues a pesar de su edad, esperaba un hijo por voluntad de Dios.
Un fiesta preciosa para pensar en el inmenso Poder de Dios. Un Poder que en realidad
es Amor. Y para el Amor nada hay imposible.
Si alzamos la mirada podemos ver la Roca Encantada desde el camino que nos lleva
a Martos. Si nos entrelazamos con el camino, olivos y flores nos conducen despacio
a las puertas de una Ciudad de Fe intensa y antigua. Martos.

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