Entre Sueños anda el juego. En Martos. Creo que las Casas también sueñan.
Entre sus muros preservan enormes energías, a veces positivas y en ocasiones tristes.
En sus sueños dejan escapar estas energías inmensas que se desprenden de sus paredes
de sus habitaciones, balcones y ventanas. De sus techos, vigas y soportes antiguos.
Las energías fluyen poderosas desde el sueño encantado de un antiguo hogar. Un hogar
que conserva alegrías y también lágrimas. Un espacio que fue amado durante años es capaz
de guardar sensaciones, impresiones, pensamientos, felicidad y dolor. Es una Caja cerrada
que al soñar se abre y permite fluir los deseos del pasado, las emociones antiguas
que permanecen en su seno. Amar una Casa, conocer una Casa es sobre todo conocer
sus sueños entrelazados en su interior. Y los primeros en percibir claramente la energía
oculta son los perros y los gatos. Su capacidad de percepción es muy elevada.
Ven y escuchan todo lo que nosotros no podemos ver ni escuchar. Sus sentidos
son espléndidos, admirables y siempre nos ayudan a percibir sus sensaciones.
Antigua y preciosa Casa en el Albollón de Martos. Un Sueño de Casa.