martes, 2 de octubre de 2018




Recordar estas imágenes para mi es un placer. Es la hermosa Casa Encantada
del Albollón de Martos, con permiso de su dueño por supuesto. Es la Casa
de los sueños de esta senda entrañable de una senda venerable.
Hoy he querido recuperar estas fotos que tanto me gustan. Es una Casa Sublime,
tan bonita que las miradas se centran en sus muros, balcones y ventanas. Preciosa
en todos los sentidos, emocionante, sensible a una inmensa variedad de sensaciones.
Pienso que las casas antiguas se dejan querer, amar por el espíritu o los espíritus
que caminan por estos caminos urbanos tan repletos de sentimientos, tan llenos
de palpitaciones de un corazón o muchos corazones. Paso junto a esta casa
en muchas ocasiones y siempre me habla, entra en mi interior, resplandece
en solo una mirada. No es magia es comunicación real, intensa, pues la vida
de antaño permanece al lado de la vida actual, son amigas, están ligadas por
la fuerza de los pensamientos, por el poder de acontecimientos que han marcado
el devenir de esta casa. Mensajes, muchos mensajes surgen de estos muros y se
extienden por el Albollón para buscar un receptor que los acepte con cariño.
Creo que la casas también tienen alma, en este caso es dulce y generosa, busca
el amor con todas sus fuerzas.
Recuerdo estas miradas con mucho afecto y cariño, me llenan de emoción en Martos.

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