Al ocultarse el Sol de la vida en esta tierra, la Esperanza y los Ángeles nos elevan
del sepulcro con todo lo bueno y positivo de nuestra vida, pero también con otras
sensaciones negativas que como todo ser mortal, tenemos en el alma.
A la luz de la cruz de Jesús que preside la escena y una corona de laurel a los pies
del sepulcro. Una Lápida funeraria muy expresiva sobre el final de la vida, sobre
la muerte. Los personajes parecen dialogar y siempre he pensado que hablan
de la eterna Misericordia de Dios, que acoge con los brazos abiertos de Padre
Amante a todos sus hijos. El Señor de cielos y tierra nos conoce desde antes
de venir a este mundo, desde antes de nacer ya nos siente como hijos, pues
nos ha creado. Por eso en la muerte también nos abre la puerta de su Casa
y nos perdona con su amor inmenso.
Lápida de Fe, Esperanza y Amor en el Cementerio de Martos.