viernes, 19 de enero de 2018






Monte Lope Álvarez y el querido Beato Manuel Aranda Espejo, siempre
en el corazón de Martos. Entre antiguos olivos está el recuerdo emocionado
de un joven seminarista de la diócesis del Santo Reino. Humilde y entregado
a Jesús Salvador. Y en la Ciudad de Martos, la venerable y antigua Sede Episcopal,
descansa, aguarda la resurrección, en la Capilla de los Mártires del Templo
de Santa María de la Villa. 

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