viernes, 15 de julio de 2016



Una Borriquita en la Peña de Martos.
Al verme, en su profunda soledad, se acercó a mi muy serena.
Sus ojos estaban llenos de tristeza y buscaba una caricia de una mano amiga.
La verdad es que me ha impresionado su dulzura y generosidad.
En muchas ocasiones las Personas mostramos demasiada escasez. Escasez
sobre todo de Amor. En cambio los animales que conviven con nosotros
día a día, no dejan de esperar una muestra de cariño, pues ellos lo dan siempre
y sin condiciones.

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