lunes, 18 de julio de 2016

Un Templo pequeño pero muy querido en Martos.
Ermita de San Bartolomé, junto a la Senda dedicada al Santo Apóstol.
En tierra venerable y sagrada se levanta este Templo de raíces profundas
en la noble Roca Encantada.
El Poder de la Historia lo sostiene y lo envuelve en su manto dorado.
Pues es lugar sagrado sobre lugar sagrado, una y otra vez, si cesar, sin descanso.
Espacio venerado sobre espacio venerado, en el largo camino de los siglos.
En el silencio amable de la mañana, apareces a la espera del Sol que te alumbre
en este día de Verano. En el silencio surgen voces del pasado que desde la tierra
tuccitana aguardan ser escuchadas.

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