miércoles, 2 de enero de 2019


Nuestra Señora del Olivo en Martos.
Entre olivos aparece la Ciudad de Martos y Jesús Niño con una rama de olivo
en su mano en estos días de Navidad. María abraza a Jesús con el amor de una Madre.
Cristo deseó sentir en su corazón el intenso amor de una Madre y solo las personas
que han perdido a su Madre siendo niños lo pueden comprender. Solo una Madre
te conoce hasta lo más profundo del alma, del ser, del espíritu. Solo una Madre
puede escuchar el palpitar del corazón en plenitud. Sentir la ausencia de una Madre
es lo más triste del mundo, nada es semejante a ese dolor que nada ni nadie puede
curar, pues es una herida abierta, sangrante que jamás se cierra.

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