miércoles, 13 de enero de 2016

La Preciosa Calle Real también tiene sus Dragones. En Martos.
Detalle de las magníficas puertas de una Casa excelente en la Calle Real de San Fernando.
Los recuerdos vienen a mi mente y nacen del corazón de un niño.
Una persona entrañable, un médico amable y cariñoso en esta mansión, antaño de puertas
abiertas. Pasado el zaguán, aparece el espléndido vestíbulo, recibidor de la Casa.
Y una imagen muy especial llega con fuerza, una gran jaula y en su interior un loro que habla.
Me encantaba mirarlo, ver sus movimientos y escuchar despacio los sonidos. Para un niño
es un placer descubrir y sentir una sorpresa, una sensación tan intensa y maravillosa.


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