Cuando contemplo esta hermosa Lápida Conmemorativa, dedicada al Rey Emperador
Don Carlos de Habsburgo que pertenece a la Fuente de la Villa de Martos, recuerdo
a una mujer excepcional. La Reina Doña Juana, Soberana Propietaria de la Monarquía
Hispánica y de las Indias. Creo que la única persona que la comprendía en plenitud,
fue su querida Madre la Reina Doña Isabel, por eso cuando murió la Reina en 1504,
Doña Juana quedó desamparada y en profunda soledad. Su matrimonio, en principio
político, se convirtió en un fuego ardiente que le desgarró su corazón enamorado
por las traiciones constantes de su esposo Don Felipe. Rey Consorte de Castilla y León,
desde Noviembre de 1504, cometió la ofensa a la Reina Propietaria, de titularse como
Felipe I.