El Ser Humano es capaz de crear cosas maravillosas. Es capaz de atesorar inmensos
legados, pensando en guardar para el futuro. Espléndidos Templos repletos de obras
de arte, pensados para permanecer a lo largo de los siglos. Y de pronto un día, la tierra
tiembla, pues hay que contar que el Ser humano es único. Es único por tener el don
de crear sin más e igualmente la capacidad de arrasar sin más. Sin pensar, sin reflexionar.
Crea y destruye acompañado de fuerzas positivas y negativas que surgen del amor
y también del odio. Un legado de siglos puede ser arrasado en poco tiempo y desparecer
de la noche a la mañana.
"Dejaos de amontonar riquezas en la tierra, donde la polilla y la carcoma
las echan a perder, donde los ladrones abren boquetes y roban.  En cambio,
amontonaos riquezas en el cielo, donde ni polilla ni carcoma las echan a perder,
donde los ladrones no abren boquetes ni roban. Porque donde tengas tu riqueza
tendrás el corazón.
La esplendidez da valor a la persona. Si eres desprendido, toda tu persona vale;
en cambio, si eres tacaño, toda tu persona es miserable. Y si por valer tienes
sólo miseria. ¡ qué miseria tan grande!"
Mateo, 6, 19-23.