Miradas Góticas en la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta. Martos.
Gótico Final respetado en su transformación renacentista de la segunda mitad
del Siglo XVI. Una pena que la preciosa crestería que a modo de bello encaje
coronaba esta portada se encuentre tan dañada, aunque todavía conserva
a los perros, avanzando en el aire y antaño para recoger las aguas. Son símbolo
del hogar, de la casa. Hace ya muchos años, cuando era niño, en la feria de la Plaza
como se le llamaba, mis padres me dejaban subir a una noria que montaban justo
al lado de esta insigne portada. Era una noria pequeña para los niños, pero alcanzaba
en lo más alto hasta uno de estos perros con su boca abierta, justo el de la derecha
de la imagen. Siempre lo recuerdo volando en el aire de la Plaza.