Desde el día que hice estas fotos, en mi mente, en mi corazón despertó un deseo.
Poder abrir esta caja y tener en mis manos, tocar, sentir, percibir el contacto
de los trozos de alabastro que antaño formaban la muy venerada imagen de Nuestra Señora
de la Villa. Falta el rostro de la Virgen que está en el seno de la actual imagen, a modo
de relicario y que podéis apreciar en la fotografía que muestra la escultura, también de alabastro
policromado de Nuestra Señora de la Villa en su camarín. El muy querido Padre Alejandro Recio
databa la antigua imagen entre finales del Siglo XIII y Siglo XIV. Es decir de estilo gótico
y gracias a Dios permanecen sus cabellos dorados a nuestro lado.