miércoles, 11 de enero de 2017

Monasterio de la Santísima Trinidad. Martos. Al fondo descansa a la espera del despertar
la muy querida hermana y Beata Francisca de la Encarnación. Visitar este templo marteño
es sentir a flor de piel la historia, la tradición y la Fe de más de cuatro siglos al servicio de Martos,
por medio de la oración generosa y entregada. En Martos podemos caminar por el sendero
de personas que han dado su vida por amor desde nuestro amado Patrón, San Amador.
Y mucho antes otras personas que no conocemos pero que se entregaron con la misma Fe.

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