jueves, 5 de enero de 2017


Descansa en manos de su Madre, el Niño del Olivo. Nos mira sereno desde el cálido trono.
Su cetro es una rama de olivo, una rama del árbol sagrado de la Paz. Jesús es Príncipe
de la Paz y espera a unos visitantes muy especiales. Tres Magos de tierras lejanas llegan
acompañados por una estrella. Y Jesús los contempla asombrado.
Nuestra Madre del Olivo y su Divino Hijo. Un azulejo entrañable de una antigua
almazara de la Ciudad de Martos.

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