Frío en Martos en esta mañana, después de una madrugada helada.
La Fuente Nueva aparece ajetreada como todas las mañanas, a la espera
del letargo de la tarde. Todas las personas que pueden se mueven rápido
bajo un aire que penetra dentro, muy dentro y nos deja un tanto perplejos
por la necesidad de la cálida sensación de un Sol inmutable y muy sereno.
Y mientras tanto la Roca Encantada se muestra despejada entre los resplandores
que vencen las nubes que vuelan sobre su cúspide.