domingo, 23 de octubre de 2016


La perrita Cleo y yo, en esta mañana de Domingo, subimos por el Albollón. En Martos.
Poco a poco va surgiendo el color rojizo de la fachada de una gran Casa. Cada vez que pasamos
por esta Casa nos detenemos a mirarla despacio, pues a pesar de su estado, su dueño tiene
la voluntad y el deseo de recuperar su belleza de antaño.
Ya apareció en este Blog pero hemos querido recordarla de nuevo con mucho cariño
y nuestros mejores deseos para este símbolo de nuestro querido Albollón. Deseos inmensos
de recuperación y hasta de resurrección en muchos casos de nuestro Patrimonio.
La Roca Encantada escucha la voz de tantas Casas Encantadas que siembran la hermosa
sensación de seguir vivas en la Ciudad de Martos.

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