Amanecer en Martos.
La Roca Encantada, nuestra Peña de Martos, aguarda, espera y se entrega
a la luz naciente. Y no cesa de contemplar la Luna todavía radiante que desciende
lentamente en el horizonte, amante fiel de la Roca Tuccitana.
Esta mañana he disfrutado de verdad con tanta belleza desde la Vía Verde del Aceite.
Creo que el mejor remedio contra la tristeza es la contemplación de la Luz en su nacimiento
diario, pues desprende tanta emoción, ilusión y esperanza que es capaz de vencer
y desterrar toda la tristeza del corazón.