martes, 18 de octubre de 2016


Horizontes cercanos y lejanos que podemos contemplar desde la Ciudad de Martos.
Martos elevado y Martos en el llano pero siempre Martos.
Conocer esta Ciudad es adquirir y hacer nuestra la capacidad de admirarla y sentirla
pues creo que en el conocimiento está y reposa la coherencia y la verdad. Y para conocer
hay que caminar, andar, pasear, descubrir y también aceptar la realidad que nos envuelve.
Para estremecerse ante la belleza, antes es necesario conocer la belleza, desear la belleza.

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